La iniciativa #YoNoPaso nació en Enero de 2015. Durante años todos hemos escuchado incesantemente cómo propios y ajeno repetían esa coletilla como un mantra… Yo paso… de prácticamente todo. Formación, investigación, participación en órganos donde se nos pueda escuchar, docencia de nuevos profesionales, colegio profesional, adopción de nuevas responsabilidades y conocimientos, crítica y autocrítica… la respuesta siempre parece ser la misma… Yo paso.

Los recortes, los ratios de personal, la presión asistencial, la falta de medios… han venido  convertirse mas que en un problema, en una excusa, y hay miles de cosas que pueden hacerse a diario, que no suponen más coste, que el de hacer tu trabajo lo mejor posible, con las condiciones que se tienen.

No nos confundamos, no somos superenfermeros, ni vamos a sacar adelante el trabajo con la misma calidad si somos menos o si los pacientes son más, pero al menos, lo que hagamos, debemos tener conciencia de que lo vamos a hacer bien.

La autocrítica en muchas ocasiones levanta ampollas, pero no hacemos bien las cosas, y todos lo sabemos, ni todas las técnicas que llevamos a cabo las hacemos correctamente, ni tenemos conciencia de que la evidencia es lo que motiva la ejecución de las mismas, se nos llena la boca hablando de prescripción enfermera o de lo mucho que valemos profesionalmente y después en cualquier unidad de enfermería «pasamos» de algo tan simple como ponerse unos guantes, coger una vía que acaba de perderse porque es casi el cambio de turno «y ya lo hará el que entre» o simplemente leernos el protocolo de la nueva bomba de infusión…

Por otra parte siento que en ocasiones la profesión ha perdido las ganas y el compromiso. Que ya no es que no nos dejen participar, o que nuestra voz no se escuche, es que sencillamente es más cómodo quedarse callado. Nos quejamos permanentemente de que tanto en los centros de trabajo, como en el gobierno y las instituciones se nos ningunea constantemente, que somos un cero a la izquierda en pos de otros profesionales sanitarios, pero a la hora de la verdad, no queremos comprometernos ni tomar decisiones, no queremos responsabilidades en la gestión, ni participar en las comisiones de nuestros hospitales o centros de trabajo, no presentamos candidaturas alternativas a las presidencias de nuestros colegios profesionales, y ni siquiera nos preocupamos de cuando hay elecciones ni de ir a votar… somos cómodos, porque es más cómodo pasar.

Es evidente que en esta vida siempre hay cosas de las que se debe pasar, o sino no tendríamos vida, todos debemos priorizar, no todo el mundo puede participar de todo lo que estoy hablando, hay cosas evidentemente que están muy por encima en nuestra escala de valores como puede ser la familia sin ir mas lejos.

Pero algo, por pequeño que sea, un pequeño gesto, cada día, en cada turno, esa pequeña semilla… Logrará grandes cambios.

Cada día, ese pequeño o gran gesto que puedes asumir, es una oportunidad para el cambio, piénsalo, toma conciencia, desde ejecutar correctamente una técnica hasta dar un paso al frente y participar con tu voz y opinión en una comisión de tu centro…

El cambio, comienza en tí.