Esteban Gómez,presidente de AEA, Se moja este Verano.

Esteban Gómez Suárez (@esgosu) es enfermero, compañero de trabajo, de asociación y amigo de esta casa. Comprometido con la profesión es presidente de la Asociación de Enfermeras de Asturias e impulsor de la iniciativa #6000Enfermeras, trabaja desde hace 18 años en el servicio de quirófano del Hospital de Arriondas (Asturias) y es un apasionado de la Calidad y seguridad de pacientes actividades en las que ha ostentado algún cargo de responsabilidad en el pasado.

En su blog «el pesar de leonardo» nos cuenta que «[…]quiere hablar de calidad, quiere hablar de calidad en salud, también en otras disciplinas, también de calidad en servicios de Enfermería, quiere hablar de excelencia, y aunque no renuncia a nada pretende enlazar con esa actitud personal de esforzarse en llegar a la excelencia, esa necesidad que trasmite el Magis ignaciano, ese no conformarse con lo que está bien sino de aspirar a lo mejor para ponerlo al servicio de la comunidad.»

esgosu

Un Verano para mojarse: Gestión y Enfermería

Por Esteban Gómez

 

Política y gestión sanitaria: ¿Deben ir de la mano, o es un mal menor?

Bueno, la gestión sanitaria debe tener una política, bien entendida, como una definición de estrategias, objetivos, valores,… Esto está recogido en los diferentes sistemas de gestión, cualquier empresa que se precie debe definir una política clara, una estrategia, unos valores… Es clave en gestión…

Pero supongo que tu te refieres a la politización de la gestión sanitaria, y ese no tengo claro que sea un mal menor. Es evidente que al ser la sanidad una prestación pública se debe al control político, pero no es poco cierto, que ese control pasa a ser mucho más y se hace una gestión política de la empresa pública. Eso no significa que la empresa disponga de política sino que dispone de políticos que ejercen en clave no tanto profesional como de disciplina.

Quizás parezca un juego de palabras, pero no lo es tanto. A la hora de acceder a cargos de gestión sanitaria pesa más la simpatía que la capacidad, de manera que los cargos se escogen por afinidad generalmente política o personal. No se tienen en cuenta proyectos, orientación a la política de empresa (que tampoco existe), ni se definen estrategias, objetivos,…de manera que tampoco existe transparencia en la gestión. Si a esto añadimos sistemas de información muy precarios, procesos e indicadores sin fiabilidad y mal uso de los mismos. Si los gestores no están evaluados, controlados más que en función de un criterio de obediencia u oportunidad…

«A la hora de acceder a cargos de gestión sanitaria pesa más la simpatía que la capacidad»

Siempre he defendido el sistema que la ley de educación concede a los centros educativos, si bien este sistema pocas veces se desarrolla según el espíritu de la ley, permite que la comunidad educativa gestione proyectos y procesos. Aunque tampoco es un ejemplo la educación de servicio público despolitizado… En este sentido la ley tampoco sirve de mucho si la comunidad no quiere participar.

Los recursos Humanos: Porqué cada día a los enfermeros de base nos parece que son menos «humanos» y más «recursos», ¿se puede gestionar mirando a los ojos? ¿Porqué no se puede gestionar con un «win-win»?

La enfermería no está considerada como una profesión que aporta un valor añadido al sistema, a los ciudadanos o a los centros. La enfermería es una profesional que hace cosas y además se valora mucho que sepa hacer de todo.

«La enfermería no se trata en el sistema como una profesión sino como un oficio»

Pero los mayores culpables somos las propias enfermeras. La direcciones de Enfermería dedican la mayor parte de su tiempo y esfuerzo en cuadrar las carteleras, no importa como. El subdirector, director, supervisor que gestiona carteleras es el rey o reina… Da igual a quien pongas, si sabe o no sabe, si aporta o no, la cuestión es que se cubran los mínimos de m, t y n. La especialización es un problema para las direcciones, la práctica avanzada también, los expertos no nos sirven… y cuanta más formación (Perfiles) tenga una enfermera peor para ella, porque estará más precaria en sus condiciones. Hoy en primaria, mañana en la UVI, …

«La especialización es un problema para las direcciones»

Pensar en los puestos de enfermería en base a competencias sigue pareciendo impensable, desarrollar a los profesionales en su puesto de trabajo es ciencia ficción, obligarles a estar al día… ¡¡horror!!  ¿Formación continuada? ¡Para qué!

Nos pagan por lo que hacemos, no por lo que sabemos y tal parece que no sabemos nada o casi nada. Tampoco las enfermeras de base hacemos lo suficiente por que se nos oiga. El respeto que se tiene a la opinión de experto de una enfermera sobre un área clínica es mínimo. Por lo general las direcciones desconocen quienes en su plantilla son expertos en un área de conocimiento concreta, líderes informales,… y si lo saben probablemente no los utilicen correctamente.

«El respeto que se tiene a la opinión de experto de una enfermera sobre un área clínica es mínimo»

Win-win…añadiría otro win que es el paciente que es el que menos gana en todo este sistema. La enfermera puede aportar mucho más a pacientes y sistema. La pérdida de valor añadido que las profesionales de enfermería podrían aportar redunda en seguridad de pacientes, en calidad del sistema, en sostenibilidad. No se gestiona/negocia en clave de win/win pues o porque no se sabe o porque no interesa, quizás el sistema público es un poco rígido, pero con voluntad y conocimiento, pero sobre todo con actitud se podría hacer más.

Los Recursos materiales: ¿Se puede hacer más con menos? ¿Están las políticas de recortes al tanto de la merma en la calidad asistencial que provoca escatimar en según qué recursos materiales?

Los recursos materiales son un negocio, farmacia, productos sanitarios, infraestructuras y tecnologías son negocios muy jugosos alrededor de los que se mueven muchos intereses en muchos actores.

En este panorama es difícil gestionar bien, lo cual no quiere decir que no se pueda hacer mejor. Para ello es necesario conseguir la complicidad de los clínicos que al final son los que utilizan los productos sanitarios, las infraestructuras y las tecnologías.

«Sin compromiso de médicos, enfermeras y personal sanitario es imposible una buena gestión de recursos»

Algunos sistemas han conseguido algunos éxitos en este área, aunque muy limitados. Enfermeras de recursos materiales por ejemplo. Pero hay pocas experiencias de procesos integrales de gestión de recursos en los que participen los propios usuarios. Si acaso los médicos tienen mayor participación, sobre todo en adquisición de tecnologías, pero los estudios de evaluación de tecnologías sanitarias, evidencias científicas, estrategias y políticas, … no son habituales al menos en los centros en los que yo he trabajado.

La gestión y las bases: ¿Crees que realmente el personal de base conoce la labor de un mando intermedio o de un gestor? ¿Qué imagen crees que tienen de las tareas que desempeñan?

No sé, y perdóname el atrevimiento si esta pregunta tiene mayor interés.

¿Realmente importa si la base conoce la labor del mando intermedio?,

¿Es tan importante la imagen de estos profesionales?

¿Relacionas imagen de la tarea con liderazgo?

Perdón, mal voy si quiero contestarte con más preguntas, pero considero la cuestión irrelevante. Otra cosa es como valoramos la labor del mando intermedio…

El rol de los supervisores ha cambiado bastante desde que yo estudiaba la carrera, no necesariamente a mejor, al menos en mi reducida experiencia. Observo que cada vez son más parapetos de las direcciones y menos líderes de sus equipos, compañeras guías, más correveidiles y menos almas de sus servicios, más administradoras de carteleras y pedidos y menos gestoras de casos y procesos. Aunque curiosamente lo que menos hacen ahora tenga nombres más rimbombantes… pero pasan más tiempo en los despachos que en los servicios.

«Los mandos intermedios pasan mas tiempo en los despachos que en los servicios.»

Hablo como ves desde mi experiencia de enfermera, otras profesiones tienen los roles configurados de otra manera.

Gran culpa de este empeoramiento en la calidad de los mandos intermedios es el método de elección (Creo que más adelante hablaremos del mismo), y de lo difusas que son las competencias y por tanto las tareas que se exigen a una supervisora, coordinadora o como queramos llamarla. Como gestoras tampoco están evaluadas ni controladas, de eso ya hemos hablado. Y por supuesto se dirimen siempre entre contentar al equipo del servicio y tener contento o tranquilo a su superior… El tercer “win” lo dejamos…

¿La calidad, son solo números e indicadores? ¿Los indicadores de calidad son fiel reflejo de lo que el paciente y trabajadores perciben? ¿Estamos midiendo verdaderamente lo que debemos medir para conocer el estado de la calidad asistencial?

Pufff! Vaya preguntita!!! Me gusta pero da para escribir una tesis…

En principio, se puede medir todo, de forma directa o indirecta, pero también tendríamos que ponernos de acuerdo en lo que significa calidad asistencial para unos y para otros

Calidad son muchas más cosas que números e indicadores, son procesos, estrategias, personas, y como vamos del caos a la excelencia con un método. Otra cosa es que hoy en día la gestión de la calidad está muy mediatizada, se hacen cosas por moda y se van quemando etapas sin pena, gloria ni valor añadido.

No tenemos interiorizada en la cultura de la organización la mejora continua y ya queremos hacer LEAN MANAGEMENT o 6-sigma. Contratamos una empresa externa y nos dan una acreditación, sin que la cultura de la organización haya variado. Así, los números son estériles y además siempre se pueden maquillar.

«Los números no sirven si no nos ayudan a mejorar»

La mayoría de las acciones de mejora de la calidad de las que leo en revistas especializadas no lo son, y si lo son no tienen continuidad ni afectan a la cultura de la organización. Quizás un gestor quería llevar una comunicación a un congreso e hizo un pilotaje de EFQM luego nunca más se supo…

Muchas de las publicaciones que leo no aguantarían una revisión crítica con una herramienta como SQUIRE, y eso contribuye a que los profesionales se hayan desencantado con una disciplina como la calidad que tiene mucho que aportar al sistema sanitario. Los profesionales piensan que la calidad son milongas de los gerentes para engañar a los trabajadores… Eso es una enorme pérdida de oportunidad, pero quienes hemos tenido responsabilidades en el ámbito de calidad somos muy culpables de esa actitud de rechazo…

«Los profesionales piensan que la calidad son milongas de los gerentes para engañar a los trabajadores»

La profesionalización de la gestión, ¿una utopía que se corromperá como otros accesos al sistema? ¿Para cuando una gestión por competencias y logro de objetivos? ¿Cuál crees que es la mejor forma de valorar a un buen gestor? ¿Crees que se puede medir la actitud?

La gestión por competencias o por objetivos ya está pasada de moda…(Léase con muestra de ironía) Ahora se lleva la gestión por valores

Las modas es lo que tienen, pero ¿qué es profesionalizar la gestión?, se trata de que ¿sólo quienes tengan un título puedan gestionar según que cosas?, se trata de que ¿sólo determinados estamentos puedan gestionar?

¿Qué pintamos las enfermeras en este batiburrillo? ¿Realmente no tenemos capacidad de gestión? ¿Sólo podemos gestionar cosas de enfermeras?

Prefieres un gerente “profesional” con años de experiencia (Buena o mala quién sabe) o un gerente no tan “profesional” pero con un proyecto evaluable y controlable.

Entiendo que me dirás que por qué tienes que escoger, pero quizás es importante que el gerente haya tenido experiencia suficiente de base antes de entrar en el mundo de la gestión (O quizás queremos que sea una especie de club privado…) Por ejemplo, si mi supervisora tiene 18 años de experiencia en supervisión pero no es capaz de manejar los cuidados que requiere el tipo de pacientes que tenemos en la unidad… de nada sirven tantas horas de despacho.

Al lío, que siempre he defendido el modelo de educación aunque rara vez se lleve a cabo:

Los directores de centros educativos son escogidos por el consejo escolar (Representantes de la comunidad educativa; profesores, familias, alumnos, empleados…) en base a la evaluación de un proyecto educativo y con concurrencia de varios candidatos. Es decir que la propia comunidad escoge a su gestor, y en base a un proyecto que se podrá evaluar y controlar por la propia comunidad educativa. A los cuatro años se revisa y se convoca otro proceso de evaluación de proyectos. Esto requiere que haya implicación de la comunidad, interés, candidatos… y voluntad política… (de despolitizar…)

En la práctica el proceso está politizado, y si al consejero no le gusta el director o no se presenta nadie (Lo más habitual), funciona el sistema digital.

¿Imaginas algo así en sanidad?

La motivación es un arma aliada para las direcciones, ¿porqué entonces está tan infravalorada? ¿Qué medidas adoptas o te gustaría adoptar para motivar a tu personal?

«La motivación no existe, se trae de casa»

No conozco a ningún trabajador ni profesional que le guste hacer mal su trabajo, que no le guste hacer un buen trabajo, no conozco a nadie. Es verdad que hay gente más motivada y gente menos, e incluso hay momentos profesionales más altos y otros más bajos… y también personales.

El problema por tanto no es la motivación, es la desmotivación. ¿Cómo consiguen las direcciones, gerencias, consejerías, desmotivar tanto al personal? Responder a estas preguntas es algo así como conseguir hospitales magnéticos y supongo que tiene que ver además con entender que no todos somos iguales, que no sirve el café para todos, que hay que escuchar a los trabajadores y creer que van a hacer lo mejor para los pacientes y el sistema.

Las direcciones tienen que evaluarse y hacer autocrítica, no puede ser que se vayan 60 enfermeras de tus listas de contratación y no pienses que estás haciendo algo mal… háztelo mirar.

«Es básico para las direcciones la autoevaluación y autocrítica»

Las enfermeras además no pueden seguir siendo ninguneadas si no insultadas en las políticas sanitarias actuales.

¡Ah! Si entras insultando a un profesional el primer día eso no ayuda mucho… es cierto.

Preguntas libres.

Más que preguntas consideraciones, y aunque lo parezca no quiero generalizar, hay gestores y muchos excelentes en este país (Y en mi comunidad), yo hablo solo desde la experiencia personal, que he tenido muy mala suerte.

Esteban Gómez Suárez

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